Urban Lockdown

Análisis del juego en "La Mazmorra Abandon"
Pocas fechas son tan difíciles de olvidar como aquel 29 de octubre de 1929 por la gran sacudida que sufrió Estados Unidos debido a la caída de la bolsa de valores de Nueva York, apoderándose el pánico de los inversores que se deshicieron de más de 16 millones de acciones. Esto traería consigo una situación de caos financiero acompañada del hundimiento del valor de las acciones de las empresas más importantes y poderosas del país.
Como era de esperar, un acontecimiento de tal magnitud daría lugar a una etapa de cambios en numerosos ámbitos de la sociedad norteamericana. Ni siquiera la industria del celuloide logró librarse del yugo económico, surgiendo el denominado cine de serie B como respuesta de los estudios de Hollywood al desplome de la audiencia que estaban padeciendo las salas a consecuencia de la Gran Depresión. Una tendencia marcada por las películas de bajo presupuesto con actores desconocidos por el gran público y efectos especiales de lo más rudimentarios que, más allá de su limitado guion, al menos destacan por su creatividad. Eso sí, a veces excesiva.
Ya se tratara de serie B, C o Z (estas últimas producciones, mucho más modestas en cuanto a estándares de calidad y presupuesto), lo cierto es que conseguían abrir un amplio abanico de posibilidades tanto a los propios intérpretes como al público que aun se mantiene hoy en día. Así, pese a la sofisticación que ha experimentado la industria cinematográfica desde finales del pasado siglo, resulta común que actores y directores noveles opten por esta vía cuando la financiación escasea.
Ése es el caso de Andrew Thatcher, director australiano nacido en 1984 que comenzó su andadura a la temprana edad de 21 años con la que fuera su ópera prima: "A Fist Full of Bullets". A este largometraje de acción le sucederían otros trabajos en esa misma línea como "Two's Company, Thieves a Crowd", "Charity Hurts" y "Urban Lockdown", además de otros tantos cortos como "Cerebral Sin", "Sketchy", "Warrant for Vengeance" y "Bad Ass Babes".
No obstante, a lo largo de este tiempo su labor no se ha restringido en exclusiva a la dirección, sino que ha tomado parte activa en todos y cada uno de sus filmes interpretando a diferentes personajes. No en vano, sus dotes de artista marcial le han permitido rodar múltiples secuencias de acción, aprovechándose de su experiencia como luchador profesional en el circuito independiente de su país.
Entre las películas anteriormente mencionadas destaca "Urban Lockdown", debido a una estructura narrativa más compleja que la de sus anteriores cintas y un reparto que incluye a casi una decena de personajes. Filmada sin apenas financiación, "Urban Lockdown" se desarrolla principalmente en exteriores merced a un argumento que posibilita una gran libertad y flexibilidad en lo que a ubicaciones se refiere.
En ella, Andrew Thatcher encarna a Rick, un exmercenario que debe adentrarse en una pequeña ciudad invadida por unos delincuentes que han logrado escapar de la prisión de máxima seguridad más grande del estado. Detrás de esta fuga masiva se encuentra Sánchez, jefe criminal contra el que testificó en juicio la hermana del protagonista después de que aquél intentara agredirla. Sin embargo, la venganza no se hará esperar por parte de Sánchez, organizando a los reclusos para que logren dominar a las autoridades locales, se apoderen de la ciudad y uno de sus secuaces rapte a la mujer. Por lo tanto, el cometido de Rick no será otro que encontrar sana y salva a su hermana, a la vez que restablece el orden y devuelve la paz a las calles.
Pero el cineasta australiano, no contento con limitarse a una sola faceta artística, explotaba su vena creativa con un sorprendente lanzamiento en forma de videojuego que veía la luz en 2018. Nada más y nada menos que un "beat 'em up" de desplazamiento lateral con gráficos digitalizados y reminiscencias de la vieja escuela que se basa en su totalidad en la película homónima. Y, lo que es mejor aun, ofreciendo la posibilidad de elegir entre tres modos de juego distintos, ya sea en solitario o con amigos (hasta un máximo de tres jugadores en cooperativo local).
En primer lugar, el modo historia de "Urban Lockdown" sigue a pies juntillas la línea marcada por el filme sin separarse en ningún instante de su argumento. Una acción trepidante con algún que otro toque cómico cuyo punto de inicio tendrá lugar una vez que Sánchez y sus hombres se fuguen de la prisión y siembren el caos en la ciudad. A partir de ese momento, será el turno del jugador, quien tendrá que escoger entre tres personajes (Rick, Sheriff y Shane) para lanzarse a las calles y abrirse paso a puñetazo limpio.
La multitud de enemigos a los que enfrentarse no hará que sea una tarea sencilla, ni mucho menos. Aunque para facilitar las cosas al usuario, este título cuenta con una especie de "dojo" interactivo con el objetivo de perfeccionar las habilidades en combate y profundizar en la mecánica de juego. De hecho, allí nos recibirá un monje budista con la función de brindarnos consejos e instrucciones precisas sobre los movimientos básicos, así como los exclusivos de cada uno de los protagonistas.
No será la única sorpresa, puesto que este modo alterna fases clásicas de lucha en tercera persona con otras de disparos sobre raíles en primera persona que pondrán a prueba los reflejos del jugador, además de dotar a este singular "beat 'em up" de una mayor variedad de estilos. Algo no muy común dentro del género, pero que en "Urban Lockdown" supone un curioso maridaje que, lejos de descomponer el resultado final, aporta un atractivo añadido a un juego que no destaca precisamente por resultar corriente.
Por su parte, el modo precuela variará por completo el foco de los acontecimientos, dado que el papel protagonista recae en el principal villano (Sánchez), siendo éste el único personaje seleccionable. De esta manera, tanto la narrativa como la acción cambiarán de bando al dar comienzo la partida en el interior de la prisión, justo al emprender su huida el jefe criminal con el propósito de hacerse con el control de la ciudad y capturar de nuevo a la chica. Todo ello mientras las fuerzas del orden intentan infructuosamente detener su avance bajo un ambiente revuelto y sórdido.
No menos impactante resulta el modo denominado "aftermath", el cual recupera a los tres personajes principales, añadiendo a Janet, para hacer frente a una invasión mutante en una puesta en escena propia de una experiencia psicodélica. Por supuesto, los escenarios mutan de igual manera, así como los enemigos, para ajustarse a un giro de guion sólo comprensible en la mente de su creador.
En lo que se refiere a los movimientos de los protagonistas, "Urban Lockdown" permite la ejecución de una amplia gama de golpes especiales gracias a un sistema de combate sencillo que a la vez ofrece diversas combinaciones y alternativas al usuario. También pone a disposición del jugador un completo arsenal que podrá utilizarse a lo largo y ancho de cada escenario, ya sea disparando armas de fuego, lanzando objetos de lo más variopintos e, incluso, tendiendo improvisadas trampas a los enemigos.
Toda esta intensidad propia de una película de acción encuentra otro imprescindible aliado en su banda sonora que, al igual que sucede con las explosiones, las deflagraciones y los tiroteos, confiere mayor agresividad a una atmósfera ya de por sí brutal y estremecedora. En definitiva, un cóctel de testosterona y alucinógenos en forma de videojuego que, sumado a su rejugabilidad, mantendrá al usuario pegado a la pantalla de su ordenador durante horas.
¿Estás dispuesto a limpiar las calles de escoria humana y devolver la tranquilidad a una ciudad asolada por el caos y la destrucción? En ese caso, has de saber que "Urban Lockdown" se encuentra a la venta en Steam por tan sólo 9,75€. ¡Conviértete en un héroe en esta aventura cargada de adrenalina!