MudRunner

Es un juego extraordinario, lo que nos dejo la vieja escuela. Juegos con gran apartado grafico, fisicas detalladas he inmercivas, sumado a que el peso del juego es casi minimo para todo lo que permite hacer, es increible

Para las personas que tenemos paciencia, para los que jugamos despacio, moviendo la cámara, disfrutando de peso y del paso del tiempo. Estos juegos son una delicia. Es aburridísimamente divertido y divertidamente aburrido. Es una maravilla. Posíblemnte, el mejor de la saga.

Gráficamente mola bastante, pero es un juego de paciencia y bastante lento. Los objetivos no son muy claros y te puedes perder con facilidad. No esta mal para pasar el rato e ir jugando poco a poco.

Lo jugué hace años en consola y ahora lo volví a comprar en PC como parte del pack con SnowRunner. Probablemente no lo juegue tanto esta vez, pero decidí comprarlo igual para apoyar al desarrollador.
MudRunner representa una época en la que sabían lo que hacían: una experiencia desafiante, realista y muy bien pensada. La física, el enfoque en la exploración lenta y cuidadosa, y ese estilo de conducción off-road... todo se siente único, incluso hoy.
No puedo decir lo mismo de sus proyectos más recientes como RoadCraft, que sinceramente, me pareció una decepción total. Espero que volver a jugar (y comprar) estos clásicos sirva de mensaje: vuelvan a hacer juegos como antes. MudRunner y SnowRunner tienen alma. Lo otro, no.

Es un juego de simulación off-road donde conduces en caminos llenos de barro. La física y los gráficos realistas hacen que sea entretenido a pesar de que todo el rato entregues madera en aserraderos. Es ideal para quienes buscan una aventura sencilla pero desafiante en la naturaleza.

10/10 es como manejar en la vida real, a todo hay que saberle pero está chido que ponga las velocidades en automático para pdjs como yo :3

Jugar a MudRunner fue una de las experiencias más inmersivas que he tenido en un simulador de conducción. Desde el momento en que te pones al volante, el juego te deja claro que no será un paseo fácil: cada metro avanzado es una batalla contra el barro, el agua y los obstáculos del terreno.

Lo que más me atrapó fue la física del juego. Cada vez que intentaba cruzar un río o salir de un fangal, sentía el peso del camión luchando contra la naturaleza. Tenés que usar el cabrestante en los momentos justos, medir la aceleración para no quedarte atrapado, y planificar tus rutas con mucho cuidado. Es un juego que te obliga a pensar tanto como a manejar.

Los paisajes son impresionantes, y aunque son inhóspitos, hay algo muy satisfactorio en ver cómo tu vehículo avanza poco a poco entre los árboles, ríos y laderas. Además, los distintos camiones y vehículos que podés desbloquear añaden variedad al juego, cada uno con su propio manejo y características.

Admito que MudRunner puede ser frustrante si no tenés paciencia, pero ahí está su encanto. Cada vez que superás un obstáculo o terminás una misión, sentís que lograste algo. No es un juego de acción rápida ni de adrenalina; es más bien una experiencia de resistencia y estrategia, que recompensa la planificación y el esfuerzo.

En definitiva, si te gusta la conducción y querés probar algo diferente, MudRunner es una experiencia que no te podés perder. Es desafiante, inmersivo y, sobre todo, gratificante.