Headlander

Headlander - Análisis.
Único en su especie.
La premisa de Headlander es bastante sencilla, al menos en sus primeros compases.
Nos hallaremos despertando de un estado de criogenización en una nave acorazada intergaláctica, simplemente para averiguar que aparentemente somos el único rastro de civilización que aún sigue con vida. La humanidad tal y como lo conocemos, ha dejado de existir y su lugar ha sido ocupado por una serie de criaturas robóticas que están bajo el control de un enigmático líder llamado Matusalen.
Sin duda, el panorama que promete Headlander es uno de extravagancia, debido a la llamativa ciencia ficción de la década de los 60 y 70 y, con tal solo darle una mirada a los primeros minutos de juego, ya podemos sentir esa ambientación tan singular que nos depara. En nuestras manos tendremos el control de una simple cabeza, rodeada por un casco y sin cuerpo alguno, con la que emprenderemos una frenética aventura retro-futurista como pocas. De todas formas, lo que hace tan especial a Headlander no es su narración, sino su jugabilidad, que sin lugar a dudas nos hará perder la cabeza -figurativa y literalmente- en todo momento.
Perdiendo la cabeza.
Headlander se presenta como una aventura de acción y plataformas empañada en un sensacional diseño en 2D. Entrando un poco más en detalles, tomaremos el control de un terrícola, pudiendo controlar la cabeza del mismo.
A pesar de las limitaciones que esto aparentemente conlleva, tenemos una gran libertad de movimiento a través de los niveles. Debido a que podremos transportarnos de un cuerpo a otro, gracias a las habilidades especiales que están implementadas en nuestro casco sobreprotector, estas determinaran que tipo de jugabilidad queremos desarrollar en el juego. Podremos optar, desde un enfoque más cercano y personal y mejorando el desempeño de los cuerpos que sirven como recipientes o, por otro lado, mejorar el casco y ser más letales, rápidos y efectivos a la hora de enfrentar situaciones inadecuadas en las que el control terrestre suponga una complicación – aunque eventualmente es primordial contar con un cuerpo enemigo-
Como es de esperarse, para poder recibir estas mejoras es necesario investigar el escenario y darle una mirada especial al mapa ya que, al recorrer minuciosamente los niveles, hallaremos áreas y lugares secretos en los que encontrar movimientos y habilidades especiales o, registros de grabación en los que podremos desentrañar un poco más su humilde historia.
Tal como mencione anteriormente, lo que hace tan especial a Headlander no es su narración, sino más bien su jugabilidad. La idea tan alocada y original de mantenernos constantemente cambiando de cuerpos ya sea, de un robot a otro, tomando guardias de seguridad, ciudadanos ordinarios o hasta canes robóticos con el objetivo de cumplir tareas secundarias, es lo que hace a este peculiar título tan único e irreprochable.
No obstante, cabe destacar que para mantenernos en el camino directo de la aventura será necesario darle una mirada a cada guardia robótico y a las puertas que dividen las distintas zonas del juego dado que, en Headlander, las clásicas y conocidas “llaves” toman forma de cuerpo y color, por lo que para viajar de una zona a otra, será necesario invadir el cuerpo de un guardia del color que se adecue a la puerta a la cual deseamos adentrarnos.
Las puertas de los niveles contarán con distintos niveles de seguridad asociados a los colores de sus enemigos ya sean, rojo, naranja, amarillo, verde, u morado entre otros tantos, quienes presentarán sus propios y particulares tipos de armamentos para impedir nuestro paso.
Aquí es donde las habilidades especiales de nuestro casco resultaran útiles, permitiéndonos crear escudos, detener el tiempo o amplificar nuestra velocidad para poder succionar sus cabezas y asegurarnos una defensa útil y satisfactoria. No obstante, hay que tener en cuenta que no solo deberemos vencer a los enemigos regulares o los jefes de turno, sino que también el mismo escenario tiene trampas, torretas y caminos electrificados a los cuales hay que prestarle la atención necesaria para no caer presa de un descuido espontaneo.
Mantener vivo un legado.
Tal vez fueron muchas las dudas que se levantaron cuando se supo que Double Fine estaba detrás de esta pintoresca aventura espacial. Sin embargo, tal como nos tiene acostumbrados la mítica desarrolladora, con Headlander logra demostrar que no está atada a un género en particular y que pueden ser buenos en otras áreas fuera de las aventuras gráficas.
Headlander tal vez no revolucione el género de los juegos de plataformas de acción pero, gracias a su propuesta sumamente extravagante, hacen que sea un título fuera de lo común, carismático y llamativo. En sus 8 a 10 horas de duración, nos transportaran a un excéntrico universo, que espera a ser rescatado de la soberanía robótica.

Me he llevado una grata sopresa con este juego de Double Fine que me ha parecido de lo mas original y divertido que he jugado recientemente. Eres una cabeza metida en un casco espacial con la habilidad para propulsarte y aspirar objetos. Esto incluye las cabezas de tus enemigos roboticos, momento en el que puedes aprovechar para tomar sus cuerpos y usarlos para abrirte paso en una mapa estilo metroidvania. Todo ello adornado con una estetica futurista de los 70s, una muy buena banda sonora (mención especial al tema "it's all gone" que protagoniza uno de los momentos mas memorables a la vez que desconcertantes) y el caracteristico humor de Double Fine. Merece la pena pillarlo si lo ves en alguna rebajilla o bundle.

Brillante. Desde Shadow Complex no jugaba a un metroidvania que me gustara tanto.
Dura 6 horas (completándolo al 100%), y es fácil, el mapa te indica todo y se agradece que haya una guía a la hora de navegar por el escenario.
La jugabilidad es muy entretenida y el uso de los enemigos de colores para entrar a diferentes lugares es genial, pero el hecho de controlar a una cabeza hace todo aún más original.
Un aspecto gráfico y sonoro con muchísima personalidad.
Una historia graciosa, simpática y muy entretenida, con algún giro de guion interesante.
No defraudará a nadie, lo recomiendo encarecidamente.

Un metroidvania bastante original y divertido. Quizás las habilidades que vas desbloqueando no se sientan tan útiles y versátiles como deberían y acabas abusando de absorber cabezas, quizás por el precio completo no merece la pena. Eso no quita que si te gustan los metroidvania deberías probarlo aprovechando alguna oferta.
Eres una cabeza autopropulsada

un juego muy bueno, pero no se si en mi caso los fps se quedaban atascados en 30 y aun cambiando la pantalla o video habia veces muy concretas en que se quedaba en 30 y despues subia a 60

Desde que vi que "Double Fine" (y por ende Tim Schafer) estaban detrás de este juego, sabía que iba a ser bueno... y no me equivoqué.
Me gusta este tipo de juego de plataformas-metroidvania, que vas desbloqueando mejoras que te permiten acceder a sitios que antes no podías, enfrentándote a enemigos, recorriendo escenarios, encontrando habitaciones secretas,...
La historia y su trasfondo no es lo que más me ha gustado, pero sí la forma en que se desarrolla, los combates, el movimiento, la ambientación retro-futurista,... Todo está muy bien logrado.
Además, hay algunos pequeños toques de humor que animan aún más el conjunto.
Si te gustan este tipo de juegos, este no te va a defraudar!

Un juego con una estetica tan hermosa, y una jugabilidad divertida y facil no es muy comun encontrar pero cuando se encuentra resulta una maravilla visual y diversion por horas, no se podía esperar nada mas por una compañía como Double Fine que un juego como este.
Se encuentra situado en un futuro distopico con tintes de los 70s en donde la humanidad ha alcanzado la inmortalidad al subir sus mentes a robots y tu una cabeza humana sin cuerpo eres el ultimo vestigio humano en carne y hueso. Volaras dispararas y robaras cuerpos de robots para disparar mas.
Ame este juego.