art of rally

muy divertido, al principio un poco complicado los controles, pero enseguida te haces con ellos, musica espectacular, relajante y a la vez adictivo, muy recomendado

Juego muy divertido, Pasas varias etapas, primero quedas fascinado por el arte y vas chocando con todo porque es precioso, más tarde cuando quieres empezar a ir rápido te das cuenta de que es más complicado de lo que piensas, y por último y después de mucho jugar y a medida que vas conociendo las etapas empezarás a hacer trazadas y derrapes del mundial de rallies.
El control en mojado es muy divertido, baja el agarre muchísimo y con los coches mas potentes tendrás que ir a medio gas para controlar el coche, un acierto total.
Lo no tan bueno:
Este apartado es a título personal. Sé que es un juego arcade, pero eso no tiene que significar que puedas hacer cosas inverosimiles, me refiero sobre todo al freno, el coche los puedes poner de 200 a 0 en una fracción de segundo, yo he tenido que bajar la capacidad de frenado hasta el 20-30% para que no parezca un para y arranca. En mi caso con un gamepad de xbox one tb he tenido que bajar la sensibilidad del volante al 20% para poder ir por el sitio y que el coche no se vuelva loco al intenta contravolantear.
Como último apunte negativo he de decir que el sonido de los motores es quizás el peor apartado del juego, un sonido sintetizado bastante feo.
Conclusión:
Un juego que va directo al corazón de los amantes de los rallies, tiene pruebas míticas del mundial como el rally Safari (llamado kenia), otras mas nuevas como el rally de Alemania, cerdeña, japón, suecia etc, todas muy bien localizadas y los que podrás reconoces los tramos más característicos de cada localización.
Tramas en seco, mojado, nieve, con niebla, de mañana, tarde, puestas de sol, nocturnos, todo hecho para el deleite del aficionado, Tiene detalles buenísimos como ver al público haciendo fogatas por la noche para calentarse, como ese publico invade la carretera y se aparta en el último momento como en los años 80, un sin fín de detalles que hacen de este juego un imprescindible para los amantes de los rallies.

Una oda a épocas doradas de los rallies. Estilo gráfico encantador, música que a veces uno escucha fuera del juego... La verdad que prefiero jugar en modo libre y simplemente conducir, y me cuesta más de lo que debería pillarle el tranquillo a conducir derrapando rápido y sin salirme, pero es la mar de entretenido y relajante.
Recomiendo desbloquear todas los escenarios y jugar en modo libre a buscar los objetos especiales perdidos por los mapas.

Juego de Rallys con unos gráficos estilo cartoon muy buenos. El juego es muy exigente en la conducción, no es fácil conducir los coches, pero si consigues dominar la conducción es una delicia jugarlo.
Se pueden conducir en el juego los coches míticos de la historia del Rally.

En el sentido más literal, este juego es una obra maestra.
Los gráficos minimalistas son muy bonitos a la vez que mantienen la claridad en el gameplay. Las físicas son ciertamente exigentes nada más empezar con el juego, pero están hechas para (y desde luego logran) ser extremadamente divertidas: resumiendo, los tramos rápidos son *muy* rápidos pero las horquillas y escuadras siguen siendo bastante técnicas, esencialmente lo mejor de ambos extremos del espectro. No tiene los requisitos más bajos del mundo pero, asumiendo que tu máquina llegue, el juego corre muy suave, sin trompicones ni bajones repentinos de FPS.
Y uno de los grandes puntos fuertes del juego: el sonido. El rugido de los coches es, en la mayoría de casos, bárbaro, transmiten una energía que pocos juegos logran, y la música techno-synth da un contraste interesante con la premisa misma del juego, que es un viaje a un pasado alternativo.
Cuando un juego está hecho con amor, se nota. Y mucho. Merece este dinero y más.

Juego hecho con gran cariño y por verdaderos fans del mundo del motor. Minimalista y a la vez muy profundo mecánicamente.
Si te gusta el mundo clásico de los rallys, este es tu juego.

Lo jugué hace ya un tiempo, pero el recuerdo que me dejó es el de un juego que engaña. Su apariencia amable y low poly esconde un fantástico y exigente título de conducción en el que no resulta complicado atisbar un amor incondicional hacia el arte del derrape. Fácil de jugar, difícil de dominar, es el típico juego un tanto áspero de entrada pero que agradece cierta insistencia por parte del jugador. En mi opinión, su gran mérito consiste en que con las limitaciones que entraña el desarrollo independiente, da con una fórmula capaz de satisfacer tanto a los usuarios más alejados del género como a los más exigentes. Aquí desempeña un papel fundamental la posibilidad de configurar la dificultad a través de diferentes parámetros (daños, estabilidad del vehículo, posición de la cámara, etc.) para adaptarse a todo tipo de paladares. Una pequeña pero auténtica joyita motorizada incluso para alguien que, como un servidor, nunca se ha llevado demasiado bien con el género de la conducción.