A Monster’s Expedition

¡Me ha encantado la visita!
Hay muchas cosas claras cada vez que hablamos de juegos de puzzles. La más grande es que la mayoría de la gente no tiene ni papa de a lo que se refiere ni de lo que va el género. Yo primero. Uno busca, lee reseñas en páginas de videojuegos y se da cuenta de que se trata de un género prácticamente inexistente.
Digamos otra clara verdad: a la peña no le interesan los juegos de puzzles. Es una realidad. O al menos, no les gustan los puzzles puristas. Solo hay que echar un vistazo a las últimas décadas y ver los pocos representantes que han conseguido realizar el salto del inframundo de lo desconocido al pódium de la popularidad: Portal, The Talos Principle, The Witness, ¿Fez? Poco más. No hace falta ser un águila para darse cuenta de que, en común, tienen un movimiento en 3D y la realización de determinadas acciones que dependen más de habilidad que de tren de pensamientos. Sí, seguro que alguien me quiere discutir ahora The Witness, pero eso da para una historia larguísima de mi controvertida relación con Blow y su obra. Salta al carro de los comments si lo que quieres es un incendio, no pasa nada.
No quiero tampoco convertirme aquí en una Decidora de la Verdad y enjuiciar quiénes van a un saco y quiénes a otro. Para eso, ya hay una maravillosa serie de artículos en Electron Dance que lo hace muchísimo mejor de lo que yo jamás escribiría: The Ouroboros Sequence. Spoiler: al final no queda muy claro qué es lo que define a un puzzle. Y es que eso también está más claro que el agua que envuelve un archipiélago.
Hazelden (o Draknek, como prefieras) ya lleva unos añitos haciendo esto. Y muy bien, eso es una cosa clara. El problema es que está empeñado en caer en ese saco que a los mass media no les interesa un cagarro: el puretismo. A los fanáticos dadnos un buen sokoban que lo vamos a gozar, a los menos experimentados mejor dales un troncazo porque a los 10 minutos el botón de devolución va a gritar "mátame camión". No pasa nada, eso es así. No pretendo quitarle el valor a los juegos cuya dinámica se reparte entre la habilidad a los mandos y el derretimiento cerebral. Sí digo que, al menos para mí, son menos puzzles. Tampoco digo que sean menos disfrutables. Pero a lo que es un puzzle auténtico le pido que aparque todo a un lado y que el que trabaje sea mi cerebro, no mis manos. Parece que, al menos en cuanto a diseñador, Hazelden piensa como yo.
Los más puretas ya sabemos, hasta cierto punto, a lo que venimos cuando éste va y nos dice que tiene un nuevo juego entre manos. Disfrutamos de la elegancia de Sokobond, nos encariñamos con el adorable A Good Snowman, y lloramos de puro dolor con el diabolismo espacial de Cosmic Express. Cuando vimos esos troncos, pesadillas nos sobrevolaron la cabeza, acordándonos de la absoluta maldad que rezumaba la jugabilidad de este último y pensando en cómo esto se parecía mucho al que no pocos puzzleros exigentes nos emperramos en poner en el pódium del puretismo: Stephen's Sausage Roll.
Y bueno... ¡al final resultaba que no era para tanto! A Monster's Expedition parte del diseño más cuqui de A Good Snowman, recuperando a ese monstruo que esta vez se va de viaje a un museo que recopila la historia de una humanidad presumiblemente ya extinguida. Y aunque aumenta bastante la dificultad de AGS, en prácticamente ningún momento alcanza los picos más altos que CE plantea en un porrón de momentos a lo largo del trenecito espacial.
Parece que esta vez Hazelden ha querido cogernos amablemente de la manita y llevarnos por esta entrañable exhibición. Las diferentes islas que recorremos tienen pistas aquí y allá para que podamos intuir por dónde puede ir la solución. Muchas de ellas tienen caminos que se bifurcan por lo que no es necesario completar todos los puzzles al momento para poder continuar. De hecho, ni siquiera es necesario hacer la mitad de los puzzles del juego para poder llegar al final. En un intento de hacer un mundo abierto, las islitas están agrupadas en diferentes archipiélagos (del mismo modo que en CE se juntaban en constelaciones) que a su vez se centran en una dinámica principal. Para avanzar, las islas más sencillitas bastarán. Para conseguir los más recónditos secretos y hacer amigos por el camino, tu cerebro tendrá que estrujarse un muchito más.
Que los diseños de Draknek son sobresalientes está claro, ya nos lo ha demostrado muchas veces. Que el de A Monster's Expedition es el mejor que ha hecho jamás es soltar palabras mayores. Esas islitas que sufren de claustrofobia (ver la serie de artículos enlazada anteriormente) nos empezarán a exigir, poco a poco, que sus vecinas les ayuden un poquito. Conforme te vayas picando para hacer nuevos amigos, te darás cuenta de que con una mentalidad autoconclusiva no te va a llegar. Y tendrás que expandir tu universo, y te darás cuenta de que no es claustrofobia: es agorafobia (de verdad, que te leas los artículos). Para poder ver el cuadro completo tendrás que pensar en términos de overworld, y cuando lo hagas te darás cuenta de la auténtica barbaridad que ha parido Draknek: un puzzle gigantesco interconectando cientos de islas. Si tu pregunta es ¿es A Monster's Expedition un Stephen's Sausage Roll? la respuesta es que no, no lo es. Y no le hace falta. Tiene la misma ambición por empujarnos al límite, pero de una manera entrañable, amorosa, con cariño y abrazándonos durante nuestro recorrido.
Me ha encantado la visita. De verdad. En los últimos años hemos visto maravillas del diseño que para las masas han pasado desapercibidas. Del ya mentado Stephen's Sausage Roll, pasando por Snakebird o Recursed. Todos ellos están en la cima de lo que la excelencia de los fanáticos de los puzzles exigimos. A Monster's Expedition se cuela en ese pódium ilustre, y puede decir que con orgullo y cariño que merece ese puesto. Hazelden se acaba de coronar con esta hermosura, y si eres de los que están más en el saco opuesto de los que estamos locos por los puzzles descerebrados, esta es una oportunidad perfecta para meter la cabeza y unirte a nuestra secta.
Por mi parte voy a regresar al museo, ¡llegué a la salida y entonces me di cuenta de que me había saltado muchas secciones! Quiero seguir viajando y adorando las numerosas y simpáticas obras que los monstruos han podido rescatar de la humanidad perdida. Quiero recorrer hasta el último confín esta colección que, sin lugar a dudas, es de lo mejor de este 2020.
No solo eso, es uno de los mejores puzzlers de la historia del videojuego. Eso está claro.

Es el primer videojuego de puzzles que juego en mi vida o por lo menos desde hace muchos años. El juego es divertido, relajante, muy bonito y te permite ver lugares muy lindos. Por momentos es desafiante y difícil para resolver en algunas islas como pasar a la siguiente, pero cuando resuelves por ti mismo el puzzle es motivador. Tiene unos gráficos que me resultan raros, pero buenos y tiene una linda banda sonora, incluso por momentos te llevaras sorpresas por mecánicas de juego que me parecieron muy novedosas y buenas Lo recomiendo totalmente y estaría lindo que hubiera más videojuegos como este.

simple y genial, su aspecto minimallista acompaña puxñes muy bien trazados donde algunas islas hay al menos dos maneras de resolver, las notas que va encontrando son bastante comicas . funciona perfecto los graficos dibujados estan muy bien. el avance , curva de dificultad , que le dicen ,, esta bien trazado , claro que llegado un punto se nota la distancia de complejidad de los primeros. . pero no creo que sea para super cerebros , con un poco de prueva , error van saliedo. aparte se puede volver a ciertas areas que quedaron pendientes. muy recomendado para todo publico.

Puzles para asombrarse, con un tono amable y simpático que no pierde el desafío visual. Entretiene y sorprende la envoltura del hallazgo constante. Una absoluta delicia para introducirse a los juegos de puzles tipo sokoban, o dejarse mecer por su (co)medida dificultad.
Espléndido en su especie...

Grat graphics and music, gameplay gets very hard as you discover new islands, and there is lots of humor in all the exhibits, 10/10

Buen museo, mejores puzzles.

Muy lindo y relajante.